jueves, 26 de enero de 2017


¿Qué podemos hacer para encarar las dificultades y no tirar la toalla?

Algunas ideas que nos pueden ayudar:
1. Aceptar la situación. Definir el problema.  Decidir con qué actitud queremos vivirla.
No es fácil. Pero hay que aceptar, cuando lo tenemos, el problema o la dificultad. 
Y delimitar cual es el problema. A veces el problema no es tan grave y lo que nos bloquea, carcome, corroe, es otra cosa ( el que dirán, el daño de la traición, el desengaño..)

2.
Centrar nuestro pensamiento en el “ahora”

Si logramos vivir cada día como un día único que es, nos daremos cuenta de que lo disfrutamos y le sacamos máximo jugo. Si pensamos cada día sólo en ese día, será más difícil que nos preocupe el mañana. Y es que el único día que existe en realidad es el día de hoy, en el momento de ahora, y es cada instante el que vale la pena vivir intensamente.

3. Aislar los problemas en “compartimentos estancos”

Lo decía Dale Carnegie. Nos será más sencillo resolver los problemas si los fragmentamos en partes más pequeñas. Nos dará la sensación de que son más fáciles de abordar y que podemos hacerlo por etapas. De otro modo, corremos el riesgo de quedarnos paralizados al vernos desbordados por la inmensidad de un montón de cuestiones pendientes de solución.

4. Ver el vaso “medio lleno”

Y no hablo de un postureo facilón y tonto. No. Se trata de tomar consciencia de todas aquellas cosas realmente positivas en nuestra vida –seguro que las hay–, porque este tipo de pensamientos nos cargan las pilas para seguir adelante. Nos sirven para mantener niveles de energía altos y la motivación necesaria para continuar caminando.

5. Evitar la parálisis por el análisis

Si pensamos demasiado en las cosas que pueden acontecer en el futuro, corremos el riesgo de quedarnos parados. Y quedarnos parados, ahora, significa retroceder. Porque la vida sigue rodando y cada vez lo hace más deprisa. La acción nos abre puertas, nos aclara la mente y nos ayuda a ver nuevas oportunidades. Como decía Machado: “se hace camino al andar”.

Ya veis que, básicamente, lo que depende de nosotros, depende de nuestra actitud. Sé de primera mano que no es sencillo, pero lo que está claro es que si nos instalamos en la queja y el victimismo es todavía peor. Si avanzamos, ocurren cosas, y se abren posibilidades de mejora.
“No pasa nada hasta que algo se mueve”, afirmaba con tino el gran Einstein.
Gracias por leer este post. Espero que te haya gustado. ¿Lo compartes?


http://idnews.idaccion.com/5-trucos-para-gestionar-mejor-las-preocupaciones/

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